viernes, 13 de junio de 2008

Es tarde


Era tarde, realmente tarde; faltaban diez minutos para las nueve y yo tenía que estar a esa hora en la Universidad. Tomé de prisa las zapatillas de debajo de la cama, me acerqué al espejo y entonces las vi. Eran cuatro marcas en mi cuello, de color rojo tornándose a violeta; de pronto, como en las películas, la imagen que estaba frente a mí se desvaneció dando paso a un recuerdo.
Claramente volví a sentir tus manos sobre mis hombros desnudos, el contacto de mis labios en tu carne y el olor a tosca masculinidad ardiendo en deseo.
El primer chupetón me lo hiciste aún vestidos, cuando me lanzaste sobre las sábanas en un juego infantiloide de posesión; tu boca se adueñó de mi cuello, sabiendo que éste y la espalda son las zonas más sensibles de mi cuerpo.
Mientras recorrías al tacto mis senos y mi vientre, un escalofrío de deseo se apoderó de mí; fue entonces que clavé mis uñas en tu carne, y respondiendo al estímulo, marcaste el segundo moretón.
Del tercero no me acuerdo; la cama ya era un revoltijo de almohadas, ropa y piel, pues libramos una batalla entre la necesidad de llegar al clímax y el deseo de alargar el placer hasta el infinito.
Tu cuerpo sobre el mío, sudorosos y brillantes; luego en posición inversa, la manera en que prefiero el juego del amor. Entre suspiros, gemidos y órdenes que gustosos obedecimos, llegó el momento de tocar el paraíso. Al tiempo que me llevaste al orgasmo, con la maestría que sólo tú tienes, un cuarto chupetón quedó en mi cuello, una marca que representa nuestra mutua posesión de aquí a la eternidad...
En ese momento, el recuerdo de la noche anterior se desvaneció, y más allá de mi rostro vi tu imagen sobre mi cama, aún desnudo y posiblemente recordando lo mismo que yo, pues la sábana abultada sobre la zona de tu vientre despertó de nuevo mi deseo, y olvidé que debía asistir a una clase en la Universidad.
Freya

5 comentarios:

HomeroMx dijo...

WOWOWOWOW...

srita freya... esto me gusto, solo que tal vez para darle un poco de "poetización" se podiria dejar "marcas" o "moretones" en vez de "chupetones" pero bueno... es gusto al fin...


le diria que prueba superada... pero la verdad es un gran intento...


Besos..

HMx

Cuatroletras dijo...

Freya, al leerte tuve un déjà vu.

Los moretones sólo de un hombre lo he permitido, es más ¡se lo he pedido! son como cicatrices de guerra después de la batalla, y como sabes que lo disfrutaste, los acaricias regresando al momento de esa lucha.

Dicen que son vulgares, no lo creo. Del hombre adecuado son deliciosos.

“Del tercero no me acuerdo; la cama ya era un revoltijo de almohadas, ropa y piel, pues libramos una batalla entre la necesidad de llegar al clímax y el deseo de alargar el placer hasta el infinito”

Pues si, después del segundo o tercero, se pierde la cuenta, ¿QUIEN QUIERE CONTARLOS?

Me gusto!!, si el objetivo es ser poético, lo entiendo, pero no hay que tenerle miedo a las palabras.

BIEN FREYA, MUY BIEN.

Sigue escribiendo lo que viene de adentro, es lo mejor que puede pasarte.

Saludos y abrazos.

Incitatus dijo...

En el revuelo entre sábanas, ropa y el éxtasis, qué importa la cantidad de moretones...
Sólo quedarán como huellas de la batalla de la pasión.

Cuatroletras dijo...

Volví a leer tu cuento…

Es cierto, le pedí esas marcas, por que deseaba ser suya, y llevarme el recuerdo de esa entrega.

Al llegar a casa dejé la maleta a un lado y fui al espejo, no sé cuanto tiempo paso entre recuerdos y suspiros, pero ahí estaba ese moretón que me regresaba a él.

Buen día.

Anónimo dijo...

Gracias a todos por sus comentarios; seguiré echándole todos los kilos para mejorar.
Saludos!