Sala de espera…

Mientras esperaba, él las escuchaba hablar sobre como cuidaban sus cuerpos, la primera mujer hablaba de su reciente liposucción, de las horas que había tenido que aguantar en el quirófano, de aquella que se suponía sería una operación ambulatoria pero resulto durar más de 10 horas, y la segunda mujer que tenía 7 u 8 meses de embarazo y comentaba que se sentía feliz pues sus senos habían crecido, le gustaba verlos y sentirlos así, pero ella sabía que pasaría lo mismo que con sus otros dos hijos y después de algunas semanas de haber dado a luz, sus pechos volverían a ser los de antes o tal vez un poco más flácidos, por lo que pensaba en hacerse una operación para aumentar su busto, fue en ese momento cuando la tercera mujer, de 30 años, con 4 hijos, ex maestra de spinning y muy delgada, para algunos demasiado delgada… flaca… dijo que a ella le gustaría tener más busto para poder lucir el traje de baño, fue cuando él la observó detenidamente y notó que casi no tenia senos, por lo que pensó que efectivamente eso era algo necesario…




Momentos después llega una mujer, ni joven ni madura… simplemente deliciosa, se encontraba en la mejor etapa de su vida, no necesitó más de unos instantes para descubrir que era la hermana de la primera mujer, pues tenían un rostro muy parecido, su hermana menor tal vez, pero era significativamente más hermosa, más deseable… extremadamente deliciosa… fue cuando él detestó ser solo un observador, porque sabía que no debía hablar, pues podría arruinar esa conversación que ellas mantenían en esa intimidad que sólo tienen entre mujeres… entendió que en ese momento ellas habían olvidado su presencia, para convertirse en su novela personal, esas cuatro mujeres eran ahora sus actrices y le harían saber sus deseos más íntimos… entonces se decidió a observarlas en silencio, guardar cada detalle en su mente, veía a esta recién llegada con sus jeans ajustados que dejaban ver su figura tan sensual y le provocaban un cosquilleo en su vientre, la deseó… mientras miraba como ajustaba sus jeans y veía un poco de su tatuaje… imaginó como ella le hacía alguna seña discreta para que fueran a su auto o a su departamento y en ese arranque de lujuria ella dejara que le besara e hiciera suyo su hermoso delfín que permanecía inmóvil, justo abajo de su espalda, donde ella lo había mostrado para él…




En el momento en que más la deseaba, más imaginaba su perversión, las cosas que le haría y las nuevas formas de pecar que le inventaría… ella confirmo que tenía prisa y regresaría luego… pero no tomó mucho tiempo después de su partida para que su hermana hablara de cómo había podido ella operarse los senos y el vientre, entre otras partes… así que él entendió que había valido la pena cada centavo que ella había gastado en su cuerpo, además de hermosa era ardiente… y ahora que su sangre hervía por causa de ella… estaba deliciosa…




HomeroMx