miércoles, 6 de agosto de 2008

Fin

Mi alma conoce la agonía, ese puente entre la vida y la muerte que un ser superior no me permite cruzar.

El cansancio hace mella en el deteriorado cuerpo que me aprisiona, peor que la cárcel, que la soledad.

Ya la voz no me sale, para poder gritarle a todos los que me tocan, que ya me dejen ir en paz. No quiero aire, no quiero agua, vanos recursos que ya no devuelven la juventud a mi anciano corazón.

Ando a tientas en un oscuro tunel, que al final acoge un atisbo de luz; quiero ir, no me detengan; una promesa de vida llega hasta mí. Es la vida eterna, al lado del Creador; es mi recompensa por los años de sufrimiento que he pasado en este mundo.

Debo morir, para volver a vivir.


Moonlady (Moonlinda)

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Estos momentos siempre son dificiles... pero sabes que cuentas con tus amigos...

Te deseo lo mejor moonlinda...


Besos..

HMx

Palomilla Apocatastásica dijo...

Oye ninnia linda, ánimo. A ti te tocó querer mucho, cuidar mucho y aprender mucho.
Y no creo que pueda decirte algo que te haga sentir mejor, pero cuentas conmigo.
Te mando un beso y un abrazo bien fuerte.

Incitatus dijo...

Unos mueren para que otros nazcan, tienes razón...
Sin embargo creo que aún no has dejado todo lo que tienes que dejar...
Dejános una huella para seguirte...

Anónimo dijo...

Homero, Palomilla: gracias por su apoyo, ustedes saben cuánto la amé, y cuánto seguiré recordándola...y saben que en el fondo de mi corazón doy gracias a Dios por terminar con su sufrimiento.

Incitatüs: las cosas deben caer por su propio peso, y en el momento indicado abriré de nuevo mi corazón...

Cuatroletras dijo...

Llegas con la piel gris tristeza del olvido, inexorable, silenciosa, como el viento de invierno que marca los huesos, congelando lagrimas, remando entre recuerdos.

Una sonrisa me saluda, un beso hace que con la cara te busque, no das tregua, no sabes, tantos ruegos arrastra tu historia y sin embargo el peso de las suplicas no te detiene, sigues tu destino, nuestro destino.

Tus manos de papel acarician la mejilla, la frente, y ya te extraño. Lloro tibieza con el recuerdo de nombre, de tus brazos en los que me refugiaba, ¡ahora no estas! Los espacios que dejaron tu cuerpo acaparan la tristeza.

Esta noche, sólo esta noche voy a abrazarte con la fuerza de los sueños, al amanecer soltare tu muerte; con el sol, con el sol… estarás viva en mi para siempre.

Un abrazo y mi cariño Moonlady.

Anónimo dijo...

Gracias Cuatroletras!

Tus hermosas palabras me han hecho estremecer y me dan una esperanza para el mañana.

Otro abrazo...